La maldición de Charlotte

Charlotte tiene una serie de aptitudes muy concretas que la han llevado a ser quien es, y aunque su trabajo implica muchos riesgos, siempre se ha mantenido protegida tras una pantalla. Todo es diferente después de lo acontecido el verano anterior, y parece empeorar cuando la envían a Londres para un nuevo trabajo en solitario, donde deberá enfrentarse a su mayor temor. Marc tuvo que dejar su hogar después de un traumático divorcio tras el cual ni tolera las mentiras, ni cree en el amor. En Londres ha reconstruido su vida y cree tener cuanto necesita, pero a veces siente que le falta algo y está a punto de descubrir qué es, aunque eso no quiere decir que esté preparado para encajarlo. Con Marc, Charlotte consigue desconectar, liberarse y conocerse a sí misma, despertando en Marc un gran instinto protector. Cuando sus caminos se cruzan, Marc no tiene ni idea de que su encuentro no es casual o cosa del destino, sino parte de un plan de Charlotte para cumplir con su trabajo. Un supuesto terrorista con intenciones ocultas que podría matar a cientos de miles de personas. Una agente infiltrada junto a él, cuya lealtad puede haber cambiado. Y una chica en una situación que le queda grande, desesperada porque su guía turístico no muera en el camino. Más pausada que su predecesora, esta historia romántico-erótica es de esas cocinadas a fuego lento, que te dejan con buen sabor de boca. 5 canciones definen la relación de un hombre que no cree en el amor y una chica que teme que la quieran.